Me gustaría que la escuela del 2018 fuese menos masificada, es decir, que cada alumno aprendiese a su ritmo y que se enseñasen más habilidades sociales. Cada alumno progresaría de acuerdo con su programa individual de estudios, teniendo en cuenta su nivel y sus capacidades. Los contenidos deberán estar de acuerdo a las necesidades que demande la sociedad y por supuesto sin olvidar la historia.
El maestro deberá trasformarse en un administrador de recursos educativos, debería facilitar los procesos de aprendizaje y debería asistir al alumno en su evolución hacia el aprendizaje independiente.
El alumno tendría el tiempo necesario para comprender e internalizar las enseñanzas.
Para llevar a cabo este cambio en la escuela hay que cambiar las herramientas que se utilizan actualmente por una infraestructura de informática educativa, trabajo de los alumnos en proyectos cooperativos, y educación presencial y telemática.
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